¿estás Embarazada? Mantente LEJOS Del Alcohol Y De Las Drogas
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Beber alcohol y abusar de las drogas durante el embarazo perjudica a tu bebé. ¡Puede causar defectos de nacimiento!
Si estás, podrías estar o estás intentando quedar embarazada, DEJA de consumir alcohol y de abusar de las drogas.
Tener un hijo es el comienzo de un largo viaje... ¡que cuesta trabajo! Cuidar de tu persona y mantener tu cuerpo sano te ayuda a ser capaz de cuidar a tu hijo.
Se podría pensar que un trago ahora no puede hacer daño. Sin embargo, el alcohol puede hacer que pierdas a tu bebé por un aborto espontáneo.
El consumo de alcohol puede causar Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF). Tu bebé puede nacer expuesto a sustancias y, luego, sufrir síndrome de abstinencia. Tu bebé llorará, temblará y tendrá dolor. Por esto, le puedes provocar a tu bebé lo siguiente:
Hay algunas cosas que puedes hacer si estás embarazada o si existe la posibilidad de que lo estés:
No existe ninguna cantidad de alcohol que sea segura durante el embarazo. El alcohol puede causar problemas de comportamiento y de aprendizaje de por vida. Por favor, habla con alguien si tienes dificultades para eliminar el alcohol durante tu embarazo o visita la página
Toma tus medicamentos recetados exactamente como te lo indica tu médico. Lee atentamente todas las instrucciones antes de tomar cualquier medicamento recetado.
Criar a un hijo es un trabajo duro, especialmente si se trata de mantener la seguridad de bebés y de niños pequeños.
El consumo de drogas o alcohol podría dificultar la tarea de cuidar a los hijos. Mantener la seguridad de un niño implica prestar atención al entorno en el que vive, juega y duerme.
Es posible que, si consumen drogas o alcohol, los padres no sean capaces de tomar las decisiones más seguras. Por ejemplo, podrían quedarse dormidos y dormir más de lo habitual. Si duermen con bebés y niños pequeños, esto puede suponer un riesgo de asfixia para ellos.
El consumo de tabaco por parte de cuidadores que están cerca de bebés y niños pequeños puede afectar la salud de estos últimos.
El humo de segunda mano es el que se produce en un espacio cerrado, como una casa o coche. Algunos ejemplos de humo de tercera mano son cuando un bebé inhala las toxinas de la ropa, del cabello y de la piel de alguien que fuma.
La exposición al humo de segunda y de tercera mano hace que niños pequeños corran el riesgo de sufrir infecciones de oído, asma o problemas respiratorios más graves cuando se resfríen o contraigan un virus.
Los niños pequeños son curiosos por naturaleza y pueden toparse con cualquier droga o medicamento recetado que no esté almacenado de forma segura. Podrían tragar o comer accidentalmente algo que no es para ellos.
Mantén siempre recetas y cualquier droga o medicamento fuera del alcance de los niños. Lo mejor es dejar estos artículos en un botiquín cerrado con llave.
Consulta a tu médico antes de tomar cualquier medicamento. Es posible que los medicamentos que tomabas antes de quedar embarazada no sean seguros ahora. Incluso aquellos que se venden en farmacias o supermercados pueden perjudicar a tu bebé.
Los niños pequeños son curiosos por naturaleza y pueden toparse con cualquier droga o medicamento recetado que no esté almacenado de forma segura. Podrían tragar o comer accidentalmente algo que no es para ellos.
Mantén siempre recetas y cualquier droga o medicamento fuera del alcance de los niños. Lo mejor es dejar estos artículos en un botiquín cerrado con llave.
Consulta a tu médico antes de tomar cualquier medicamento. Es posible que los medicamentos que tomabas antes de quedar embarazada no sean seguros ahora. Incluso aquellos que se venden en farmacias o supermercados pueden perjudicar a tu bebé.
Si necesitas ayuda para el cuidado de un niño con TEAF, visita la página
Para recibir atención médica durante el embarazo o en caso de que puedas quedar embarazada, visita el programa Healthy Women/Healthy Babies (Mujeres saludables, bebés saludables) en la página
Continúa amamantando según te lo pida, entre unas 4 y 6 veces en 24 horas.
Los bebés pueden atravesar un período de crecimiento repentino alrededor de los 6 meses de edad y es posible que se alimenten más a menudo.
Ofrécele leche materna en un vaso.
Utiliza la leche materna o fórmula para preparar de 2 a 4 cucharadas de cereal infantil fortificado con hierro. Ofrécesela dos veces al día.
2-4 cucharadas de pequeños trozos de pan seco, galletas para bebés y cereales. Ofréceselas dos veces al día.
4-8 cucharadas al día.
Vegetales cocidos, en puré, machacados.
4-8 cucharadas al día.
Frutas cocidas, en puré, machacadas. Puré de manzana, puré de melocotón o banana pisada.
2-4 cucharadas al día.
Carnes, aves, huevos, pescados o legumbres sin condimentar, colados, machacados o en puré.
Se puede añadir yogur de leche entera suave.
Para diluir la mantequilla de cacahuate, utiliza cereales para bebés o yogur de leche entera.
4-8 cucharadas al día.
Cereales infantiles aprobados por WIC.
Tostadas secas, galletas saladas, pan, bagels, panecillos o panquecitos sin agregados.
Arroz y fideos cocidos.
3-4 cucharadas al día.
Vegetales cocidos en trozos del tamaño de un bocado.
3-4 cucharadas al día.
Frutas frescas, peladas y en porciones del tamaño de un bocado.
2-4 cucharadas al día.
Carnes, aves de corral, pescado o huevos finamente molidos, picados o en dados, o puré de habas cocidas.
Mantequilla de cacahuate diluida y sin grumos.
Dale los sólidos con una cuchara. Nunca pongas cereales en un biberón.
Continúa amamantando a libre demanda, al menos 4 veces en 24 horas.
Si tu bebé parece menos interesado en ser amamantado después de que empezó a comer sólidos, intenta amamantarlo antes de ofrecerle los sólidos.
Ofrécele leche materna en un vaso.
24-32 onzas al día.
Ofrécele fórmula en un vaso.
4-8 cucharadas al día.
Cereales infantiles enriquecidos con hierro.
Arroz o pasta solos.
Galletas saladas, pequeños trozos de pan o tortillas blandas.
8-12 cucharadas al día.
Vegetales cocidos, hechos puré con un tenedor.
Alrededor de las 2 a 3 semanas, las 6 semanas, los 3 meses y los 6 meses de edad, los bebés pueden atravesar un período de crecimiento repentino en el que se alimentarán con más frecuencia.
A medida que crecen, los bebés pueden retener más leche, por lo que las tomas pueden ser más espaciadas y durar menos tiempo.
Para evitar que se ahogue, sujeta siempre al bebé cuando lo alimentas. Nunca dejes el biberón apoyado contra algo para sostenerlo mientras lo alimentas.
Empieza a ofrecerle leche entera cuando tu bebé tenga un año.
Para evitar que se ahogue, sujeta siempre al bebé cuando lo alimentas. Nunca dejes el biberón apoyado contra algo para sostenerlo mientras lo alimentas.
Prueba de a un alimento nuevo a la vez. Espera 5 días antes de probar otro alimento nuevo para controlar las alergias. Las alergias alimentarias pueden incluir sibilancias, sarpullidos o diarrea.
Incorpora la mantequilla de cacahuate alrededor de los 6 meses. Unta una pequeña y fina capa de mantequilla de cacahuate o de frutos secos en una galleta. Vigila a tu bebé para ver si tiene alguna reacción durante las dos horas siguientes.
Los bebés menores de un año NO deben consumir miel ni alimentos que puedan provocar asfixia, como los frutos secos o las uvas enteras.
Antes de que le salgan los dientes, límpiale las encías con un paño suave y limpio después de cada comida, especialmente antes de acostarse.
Amamanta a tu bebé según te lo pida, al menos entre 7 y 9 veces en 24 horas.
Cuando a tu bebé le empiezan a salir los dientes, es posible que quiera alimentarse más a menudo.
25-45 onzas en 24 horas.
Tu bebé necesita entre una 4 y 6 onzas de fórmula fortificada con hierro cada 3 a 4 horas.
Es posible que tu bebé empiece a alimentarse con un horario fijo. En lugar de centrarse en cantidades fijas, deja que tu bebé te diga cuándo es suficiente.
Los recién nacidos tienen una pancita diminuta y necesitan alimentarse a menudo. Durante las primeras semanas, es posible que tengas que despertar a tu bebé para alimentarlo si duerme más de 4 horas.
Muchos bebés se ponen nerviosos durante los períodos de crecimiento repentino y quieren que los amamanten durante más tiempo y con más frecuencia. A esto se le llama “tomas muy seguidas”. Es la forma que tiene tu bebé de ayudarte a aumentar tu producción de leche para que puedas satisfacer sus necesidades. Recuerda que, cuanto más amamantas a tu bebé, más leche produce tu cuerpo.
Los períodos de crecimiento repentino pueden ocurrir en cualquier momento, y cada bebé es diferente.
Suelen ocurrir a estas edades:
2 a 3 Semanas
6 Semanas
3 Meses
6 Meses
Amamanta de 8 a 12 veces en 24 horas para ayudar a tu recién nacido a mantenerse sano.
Amamanta a libre demanda y cuando tu recién nacido muestre señales de hambre, como succionarse las manos o chasquear los labios.
En los primeros días, los recién nacidos necesitan de 2 a 3 onzas de fórmula infantil fortificada con hierro cada 3 o 4 horas.
Al final del primer mes, el recién nacido necesita unas 4 onzas cada 4 horas.
Aliméntalo a libre demanda y cuando el recién nacido muestre signos de hambre.