¿Estás Criando Hijos? Mantente LEJOS Del Alcohol Y De Las Drogas
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Criar a un hijo es el comienzo de un largo viaje... ¡que cuesta trabajo! Todo lo que hagas para cuidar de ti y mantenerte sano también es una forma de cuidar a tu hijo.
Haz que tu recuperación sea una prioridad.
Cuidarse a uno mismo es cuidar a los hijos.
Es normal sentirse abrumado. Construye un equipo de apoyo para ti; rodéate de otros adultos en los que confíes y que puedan apoyarte a ti, apoyar a tu hijo y tu recuperación. Tu equipo de apoyo puede incluir a las siguientes personas:
Una enfermera o un trabajador social pueden reunirse contigo en tu casa o virtualmente para ayudarte a cuidar de ti y de tu hijo durante sus primeros años de vida. Este es un programa gratuito y voluntario.
Criar a un hijo es un trabajo duro, un trabajo que requiere una cuidadosa atención, especialmente si se trata de mantener la seguridad de un bebé o de niños pequeños. Mantener la seguridad de un niño implica prestar atención al entorno en el que vive, juega y duerme. El consumo de drogas o alcohol podría hacer que a los padres se les dificulte cuidar a sus hijos. Si crees que no puedes mantener la seguridad de tu hijo, pide ayuda a otro adulto de confianza.
Los niños pequeños son curiosos por naturaleza y pueden toparse con cualquier droga o medicamento recetado que no esté almacenado de forma segura. Podrían tragar o comer accidentalmente algo que no es para ellos. Mantén siempre y cualquier droga o medicamento, recetado o no, fuera del alcance de los niños; lo mejor es dejar estos artículos en un botiquín cerrado con llave. Desecha los medicamentos recetados viejos de forma segura. Para obtener más información sobre el almacenamiento seguro y la forma correcta de desechar medicamentos, visita la página helpisherede.com.
Los padres y cuidadores que fuman o vapean cerca de bebés y niños pequeños pueden afectar la salud de estos. De las 7000 sustancias químicas presentes en el humo del tabaco, se sabe que al menos 250 son nocivas y 69 provocan cáncer1.
La exposición al humo de segunda y tercera mano pone a los niños pequeños en riesgo de sufrir problemas de aprendizaje, infecciones de oído, asma o problemas respiratorios más graves cuando se resfríen o contraigan un virus2.
NO hay una cantidad segura de humo de segunda mano (respirar el humo en el aire de alguien que está fumando cerca, especialmente en un lugar cerrado, como una casa o coche) y de tercera mano (un bebé inhala las toxinas de la ropa, el cabello y la piel de alguien que fuma).
Los cigarrillos electrónicos y el vapeo son peligrosos para jóvenes, adultos jóvenes, mujeres embarazadas o adultos que no consumen productos de tabaco actualmente3.
Se comercializan como “menos dañinos”, pero, en realidad, “no son inofensivos”. En una investigación reciente que realizó la John Hopkins University, se descubrió que hay casi 2000 sustancias químicas presentes en muchos productos populares de vapeo4.
Al igual que ocurre con el humo de segunda mano, si respiras el vapor/aerosol de segunda mano, te expones a la nicotina y a todas las demás sustancias químicas nocivas. Mantén los líquidos de vapeo (es decir, líquidos y jugo electrónicos) lejos de niños y mascotas porque son altamente venenosos cuando se ingieren o se absorben a través de la piel.
Eres lo suficientemente capaz para hacerlo. No es necesario que tengas un pasado diferente. No hay nada que tengas que compensar.
Hazte presente aquí, ahora, como puedas, con tu hijo. Brinda seguridad y amor, establece una estructura y límites. Tu hijo te necesita presente, día tras día, para él.
3. Mujeres con hijos mayores: The Journey Project.
https://journeyrecoveryproject.com/women-with-older-children/.
Las enfermedades mentales y las adicciones pueden afectar a cualquiera. Nadie tiene que luchar solo. Elige la mejor forma de obtener la atención que necesitas aquí mismo, en Delaware. Todos los servicios que se indican a continuación son gratuitos a través de la página helpisherede.com, y cuentas con cualquier procedimiento de remisión a tu disposición; no importa si tienes seguro o no.
El fentanilo es una droga sintética que está presente en todo tipo de drogas. El fentanilo se puede encontrar en la cocaína, en la heroína, la marihuana, el PCP y otras drogas callejeras, y puede causar sobredosis y la muerte. Si consumes drogas, puedes estar en riesgo de consumir fentanilo sin siquiera saberlo.
Conserva tus medicamentos recetados bajo llave para evitar que caigan en manos de otras personas. Desecha los medicamentos recetados no deseados y que no utilizas en uno de los buzones de medicamentos recetados de Delaware.
Continúa amamantando según te lo pida, entre unas 4 y 6 veces en 24 horas.
Los bebés pueden atravesar un período de crecimiento repentino alrededor de los 6 meses de edad y es posible que se alimenten más a menudo.
Ofrécele leche materna en un vaso.
Utiliza la leche materna o fórmula para preparar de 2 a 4 cucharadas de cereal infantil fortificado con hierro. Ofrécesela dos veces al día.
2-4 cucharadas de pequeños trozos de pan seco, galletas para bebés y cereales. Ofréceselas dos veces al día.
4-8 cucharadas al día.
Vegetales cocidos, en puré, machacados.
4-8 cucharadas al día.
Frutas cocidas, en puré, machacadas. Puré de manzana, puré de melocotón o banana pisada.
2-4 cucharadas al día.
Carnes, aves, huevos, pescados o legumbres sin condimentar, colados, machacados o en puré.
Se puede añadir yogur de leche entera suave.
Para diluir la mantequilla de cacahuate, utiliza cereales para bebés o yogur de leche entera.
4-8 cucharadas al día.
Cereales infantiles aprobados por WIC.
Tostadas secas, galletas saladas, pan, bagels, panecillos o panquecitos sin agregados.
Arroz y fideos cocidos.
3-4 cucharadas al día.
Vegetales cocidos en trozos del tamaño de un bocado.
3-4 cucharadas al día.
Frutas frescas, peladas y en porciones del tamaño de un bocado.
2-4 cucharadas al día.
Carnes, aves de corral, pescado o huevos finamente molidos, picados o en dados, o puré de habas cocidas.
Mantequilla de cacahuate diluida y sin grumos.
Dale los sólidos con una cuchara. Nunca pongas cereales en un biberón.
Continúa amamantando a libre demanda, al menos 4 veces en 24 horas.
Si tu bebé parece menos interesado en ser amamantado después de que empezó a comer sólidos, intenta amamantarlo antes de ofrecerle los sólidos.
Ofrécele leche materna en un vaso.
24-32 onzas al día.
Ofrécele fórmula en un vaso.
4-8 cucharadas al día.
Cereales infantiles enriquecidos con hierro.
Arroz o pasta solos.
Galletas saladas, pequeños trozos de pan o tortillas blandas.
8-12 cucharadas al día.
Vegetales cocidos, hechos puré con un tenedor.
Alrededor de las 2 a 3 semanas, las 6 semanas, los 3 meses y los 6 meses de edad, los bebés pueden atravesar un período de crecimiento repentino en el que se alimentarán con más frecuencia.
A medida que crecen, los bebés pueden retener más leche, por lo que las tomas pueden ser más espaciadas y durar menos tiempo.
Para evitar que se ahogue, sujeta siempre al bebé cuando lo alimentas. Nunca dejes el biberón apoyado contra algo para sostenerlo mientras lo alimentas.
Empieza a ofrecerle leche entera cuando tu bebé tenga un año.
Para evitar que se ahogue, sujeta siempre al bebé cuando lo alimentas. Nunca dejes el biberón apoyado contra algo para sostenerlo mientras lo alimentas.
Prueba de a un alimento nuevo a la vez. Espera 5 días antes de probar otro alimento nuevo para controlar las alergias. Las alergias alimentarias pueden incluir sibilancias, sarpullidos o diarrea.
Incorpora la mantequilla de cacahuate alrededor de los 6 meses. Unta una pequeña y fina capa de mantequilla de cacahuate o de frutos secos en una galleta. Vigila a tu bebé para ver si tiene alguna reacción durante las dos horas siguientes.
Los bebés menores de un año NO deben consumir miel ni alimentos que puedan provocar asfixia, como los frutos secos o las uvas enteras.
Antes de que le salgan los dientes, límpiale las encías con un paño suave y limpio después de cada comida, especialmente antes de acostarse.
Amamanta a tu bebé según te lo pida, al menos entre 7 y 9 veces en 24 horas.
Cuando a tu bebé le empiezan a salir los dientes, es posible que quiera alimentarse más a menudo.
25-45 onzas en 24 horas.
Tu bebé necesita entre una 4 y 6 onzas de fórmula fortificada con hierro cada 3 a 4 horas.
Es posible que tu bebé empiece a alimentarse con un horario fijo. En lugar de centrarse en cantidades fijas, deja que tu bebé te diga cuándo es suficiente.
Los recién nacidos tienen una pancita diminuta y necesitan alimentarse a menudo. Durante las primeras semanas, es posible que tengas que despertar a tu bebé para alimentarlo si duerme más de 4 horas.
Muchos bebés se ponen nerviosos durante los períodos de crecimiento repentino y quieren que los amamanten durante más tiempo y con más frecuencia. A esto se le llama “tomas muy seguidas”. Es la forma que tiene tu bebé de ayudarte a aumentar tu producción de leche para que puedas satisfacer sus necesidades. Recuerda que, cuanto más amamantas a tu bebé, más leche produce tu cuerpo.
Los períodos de crecimiento repentino pueden ocurrir en cualquier momento, y cada bebé es diferente.
Suelen ocurrir a estas edades:
2 a 3 Semanas
6 Semanas
3 Meses
6 Meses
Amamanta de 8 a 12 veces en 24 horas para ayudar a tu recién nacido a mantenerse sano.
Amamanta a libre demanda y cuando tu recién nacido muestre señales de hambre, como succionarse las manos o chasquear los labios.
En los primeros días, los recién nacidos necesitan de 2 a 3 onzas de fórmula infantil fortificada con hierro cada 3 o 4 horas.
Al final del primer mes, el recién nacido necesita unas 4 onzas cada 4 horas.
Aliméntalo a libre demanda y cuando el recién nacido muestre signos de hambre.