La bacteria Cronobacter es un germen común que se encuentra en muchos lugares, como el patio, la cocina y la sala, por nombrar algunos. Puede entrar a nuestra casa por medio de nuestros zapatos o manos y se puede propagar cuando tocamos las superficies y los utensilios. Esta bacteria también puede estar presente en comidas secas, como fórmula en polvo para bebés, y puede contaminar las bombas sacaleches y otras superficies secas.
Aunque las infecciones por Cronobacter no son muy comunes, pueden ser potencialmente mortales. Los que se encuentran en mayor peligro son los bebés menores de 2 meses, los bebés prematuros y los bebés con un sistema inmunitario debilitado.
Si puedes hacerlo, amamanta a tu bebé. Incluso si solo puedes hacerlo por unos pocos meses, esto puede ayudar a proteger a tu bebé de las enfermedades.
Si tu bebé se encuentra en alto riesgo y no puedes amamantar, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan el uso de fórmula para bebés lista para usar. Es posible que el programa WIC requiera una receta de tu proveedor de atención de la salud para autorizar la fórmula lista para usar. Comunícate con WIC para obtener más información.
Prepara la fórmula y almacena la leche materna de manera segura. Sin importar la edad de tu bebé, es importante que la seguridad de los alimentos sea una prioridad:
Lávate siempre las manos con agua y jabón por 20 segundos antes de preparar leche materna o fórmula guardada. Si no hay agua disponible, usa un desinfectante de manos con al menos un 60% de alcohol.
Limpia y desinfecta las encimeras y las superficies de trabajo que podrían estar en contacto con los biberones, las tetinas o las bombas sacaleches. Usa un paño desinfectante o una servilleta de papel con una solución de limpieza.
Limpia y desinfecta tetinas, anillos, biberones y piezas de la bomba sacaleches en el lavavajillas o en un lavabo limpio después de cada alimentación. No los laves en el fregadero de la cocina, ya que este puede tener gérmenes. Deja secar todo y guárdalo en un área limpia y protegida.
Cuando compres fórmula, asegúrate de que no tenga una fecha de vencimiento muy próxima y de que el envase no esté abollado ni oxidado. Guarda la fórmula que no hayas abierto en un lugar fresco. Si usas fórmula en polvo, haz lo siguiente:
Si estás preparando fórmula en polvo o concentrada, hierve el agua que usarás y déjala enfriar por 5 minutos antes de mezclarla con la fórmula. Si hay una advertencia de “no hervir”, o si no puedes hervir el agua, usa agua embotellada en vez de agua del grifo. Sigue las instrucciones de mezclado que figuran en la etiqueta de la fórmula. Siempre mide primero el agua y luego agrega la fórmula. Antes de ofrecérsela a tu bebé, déjala enfriar para que no le queme la boca.
La desinfección es un paso adicional después de lavar los biberones, las tetinas y las bombas para asegurarnos de matar todos los gérmenes. Los elementos que se usan para alimentar al bebé se deben desinfectar una vez al día en el caso de los bebés en alto riesgo. También se deben desinfectar las cosas que se usan para lavar los elementos de alimentación, como el cepillo del biberón y el lavabo.
Lava estos equipos en el lavavajillas con un ajuste de secado por calor o desinfección, o bien, hiérvelos en una olla tapada con agua por 5 minutos. Retira los elementos con pinzas limpias y déjalos secar sobre un paño limpio o una servilleta de papel.
Si no tienes la posibilidad de hervirlos o lavarlos en el lavavajillas, usa una solución de lavandina diluida. En un lavabo limpio (que solo se use para lavar los elementos de alimentación del bebé), mezcla 2 cucharaditas de lavandina sin aroma con 1 galón de agua (16 tazas) o 1 cucharadita con 8 tazas de agua. Sumerge todos los elementos y déjalos en el agua por al menos 2 minutos. Estruja las tetinas para sacarles la solución por los agujeros. Retira los elementos con pinzas limpias y colócalos sobre una servilleta de papel o un paño para secar platos limpio y sin usar, en una área protegida del polvo y la tierra. Déjalos secar completamente antes de guardarlos. No hace falta enjuagar los elementos ni secarlos con una toalla.
How to Clean, Sanitize and Store Infant Feeding Items Frequently Asked Questions. CDC.
16 de abril de 2024. https://www.cdc.gov/hygiene/faq/index.html
Infant Formula Preparation and Storage.
https://www.cdc.gov/nutrition/infantandtoddlernutrition/formula-feeding/infant-formula-preparation-and-storage.html
Protect Your Baby from Cronobacter.
https://www.cdc.gov/cronobacter/pdf/cronobacter-prevention-infographic-html.pdf
Cronobacter sakazakii
https://www.fda.gov/food/foodborne-pathogens/cronobacter-sakazakii
Continúa amamantando según te lo pida, entre unas 4 y 6 veces en 24 horas.
Los bebés pueden atravesar un período de crecimiento repentino alrededor de los 6 meses de edad y es posible que se alimenten más a menudo.
Ofrécele leche materna en un vaso.
Utiliza la leche materna o fórmula para preparar de 2 a 4 cucharadas de cereal infantil fortificado con hierro. Ofrécesela dos veces al día.
2-4 cucharadas de pequeños trozos de pan seco, galletas para bebés y cereales. Ofréceselas dos veces al día.
4-8 cucharadas al día.
Vegetales cocidos, en puré, machacados.
4-8 cucharadas al día.
Frutas cocidas, en puré, machacadas. Puré de manzana, puré de melocotón o banana pisada.
2-4 cucharadas al día.
Carnes, aves, huevos, pescados o legumbres sin condimentar, colados, machacados o en puré.
Se puede añadir yogur de leche entera suave.
Para diluir la mantequilla de cacahuate, utiliza cereales para bebés o yogur de leche entera.
4-8 cucharadas al día.
Cereales infantiles aprobados por WIC.
Tostadas secas, galletas saladas, pan, bagels, panecillos o panquecitos sin agregados.
Arroz y fideos cocidos.
3-4 cucharadas al día.
Vegetales cocidos en trozos del tamaño de un bocado.
3-4 cucharadas al día.
Frutas frescas, peladas y en porciones del tamaño de un bocado.
2-4 cucharadas al día.
Carnes, aves de corral, pescado o huevos finamente molidos, picados o en dados, o puré de habas cocidas.
Mantequilla de cacahuate diluida y sin grumos.
Dale los sólidos con una cuchara. Nunca pongas cereales en un biberón.
Continúa amamantando a libre demanda, al menos 4 veces en 24 horas.
Si tu bebé parece menos interesado en ser amamantado después de que empezó a comer sólidos, intenta amamantarlo antes de ofrecerle los sólidos.
Ofrécele leche materna en un vaso.
24-32 onzas al día.
Ofrécele fórmula en un vaso.
4-8 cucharadas al día.
Cereales infantiles enriquecidos con hierro.
Arroz o pasta solos.
Galletas saladas, pequeños trozos de pan o tortillas blandas.
8-12 cucharadas al día.
Vegetales cocidos, hechos puré con un tenedor.
Alrededor de las 2 a 3 semanas, las 6 semanas, los 3 meses y los 6 meses de edad, los bebés pueden atravesar un período de crecimiento repentino en el que se alimentarán con más frecuencia.
A medida que crecen, los bebés pueden retener más leche, por lo que las tomas pueden ser más espaciadas y durar menos tiempo.
Para evitar que se ahogue, sujeta siempre al bebé cuando lo alimentas. Nunca dejes el biberón apoyado contra algo para sostenerlo mientras lo alimentas.
Empieza a ofrecerle leche entera cuando tu bebé tenga un año.
Para evitar que se ahogue, sujeta siempre al bebé cuando lo alimentas. Nunca dejes el biberón apoyado contra algo para sostenerlo mientras lo alimentas.
Prueba de a un alimento nuevo a la vez. Espera 5 días antes de probar otro alimento nuevo para controlar las alergias. Las alergias alimentarias pueden incluir sibilancias, sarpullidos o diarrea.
Incorpora la mantequilla de cacahuate alrededor de los 6 meses. Unta una pequeña y fina capa de mantequilla de cacahuate o de frutos secos en una galleta. Vigila a tu bebé para ver si tiene alguna reacción durante las dos horas siguientes.
Los bebés menores de un año NO deben consumir miel ni alimentos que puedan provocar asfixia, como los frutos secos o las uvas enteras.
Antes de que le salgan los dientes, límpiale las encías con un paño suave y limpio después de cada comida, especialmente antes de acostarse.
Amamanta a tu bebé según te lo pida, al menos entre 7 y 9 veces en 24 horas.
Cuando a tu bebé le empiezan a salir los dientes, es posible que quiera alimentarse más a menudo.
25-45 onzas en 24 horas.
Tu bebé necesita entre una 4 y 6 onzas de fórmula fortificada con hierro cada 3 a 4 horas.
Es posible que tu bebé empiece a alimentarse con un horario fijo. En lugar de centrarse en cantidades fijas, deja que tu bebé te diga cuándo es suficiente.
Los recién nacidos tienen una pancita diminuta y necesitan alimentarse a menudo. Durante las primeras semanas, es posible que tengas que despertar a tu bebé para alimentarlo si duerme más de 4 horas.
Muchos bebés se ponen nerviosos durante los períodos de crecimiento repentino y quieren que los amamanten durante más tiempo y con más frecuencia. A esto se le llama “tomas muy seguidas”. Es la forma que tiene tu bebé de ayudarte a aumentar tu producción de leche para que puedas satisfacer sus necesidades. Recuerda que, cuanto más amamantas a tu bebé, más leche produce tu cuerpo.
Los períodos de crecimiento repentino pueden ocurrir en cualquier momento, y cada bebé es diferente.
Suelen ocurrir a estas edades:
2 a 3 Semanas
6 Semanas
3 Meses
6 Meses
Amamanta de 8 a 12 veces en 24 horas para ayudar a tu recién nacido a mantenerse sano.
Amamanta a libre demanda y cuando tu recién nacido muestre señales de hambre, como succionarse las manos o chasquear los labios.
En los primeros días, los recién nacidos necesitan de 2 a 3 onzas de fórmula infantil fortificada con hierro cada 3 o 4 horas.
Al final del primer mes, el recién nacido necesita unas 4 onzas cada 4 horas.
Aliméntalo a libre demanda y cuando el recién nacido muestre signos de hambre.