¿Sabías que la capacidad de aprendizaje de tu bebé comienza incluso antes de nacer? Por eso es tan importante cuidarse y evitar el consumo de drogas, alcohol y tabaco durante el embarazo. Lo que tu bebé experimente antes de nacer puede afectar su crecimiento y aprendizaje más adelante. Ayudar a tu bebé a aprender debe comenzar antes de que nazca y continuar durante toda su vida. ¡Las siguientes son algunas ideas que te ayudarán a guiar a tu pequeño aprendiz!
¡A veces, parece que lo único que hacen los bebés es comer, dormir, hacer caca y LLORAR! Pero, en realidad, están aprendiendo todo el tiempo sobre sí mismos y el mundo que los rodea. Los bebés aún no pueden usar palabras, así que usan lo que pueden, que es el llanto. Así es como te dicen que necesitan algo. Presta atención a los diferentes comportamientos del bebé y responde cuando llore (o antes). Tu bebé aprende a confiar en ti y siente seguridad cuando respondes a su llanto.
Cosas simples, como sonreír, hacer muecas diferentes, hablar y cantar, ayudan a los bebés a aprender. Ayuda a tu bebé a explorar de manera segura los cinco sentidos durante el juego y las actividades cotidianas, como la hora del baño y la hora de comer: ver, oír, saborear, oler y tocar. Cuando tu bebé comience a probar diferentes alimentos, déjalo explorar mediante el tacto, el gusto y el olor.
El tiempo de juego es muy importante para ayudar a los bebés a aprender. Intenta colocar a tu bebé en diferentes posiciones, como boca abajo, acostado boca arriba, sentado, arrodillado y de pie. Cada posición lo ayuda a aprender de diferentes maneras con juguetes y cosas nuevas para ver. No necesitas juguetes sofisticados: simplemente crea un espacio de aprendizaje seguro y divertido en el piso con juguetes sencillos o artículos para el hogar, como tazones y cucharas. Siéntate en el suelo con el bebé y juega dejando caer cosas en un recipiente o apilando objetos uno encima del otro. Estas son habilidades básicas que ayudan a los bebés a aprender y preparan el terreno para aprender más en el futuro.
A lo largo del día, habla con tu bebé sobre lo que estás haciendo. Aunque sientas que estás hablando contigo mismo, ¡en realidad le estás enseñando mucho! Tu bebé puede escuchar, aprender el lenguaje y descubrir cosas sobre su entorno con solo oírte hablar. Recuerda que ellos siempre están escuchando, ¡así que elige sabiamente tus palabras!
Beber un vaso de limonada, ponche o refresco fríos en un día de calor puede ser tentador, pero es importante recordar que estas bebidas pueden tener gran cantidad de azúcar agregada y poco jugo natural. Según algunos estudios, los niños que consumen bebidas endulzadas con azúcar de forma regular corren riesgo de subir más de peso que lo adecuado para su cuerpo.
Las bebidas endulzadas con azúcar deben ser un gusto que nos damos ocasionalmente, como en una fiesta o cuando salimos a comer, no algo que los niños consuman a diario.
A medida que tu hijo crezca, sigue agregando nuevas actividades, como leer libros, escuchar música, hacer manualidades, explorar la naturaleza y aprender sobre los animales. Enséñale habilidades importantes para la vida, como buenos modales, cómo comportarse en público, cómo mantenerse seguro y cómo cuidar de sí mismo.
Recuerda que los bebés y los niños siempre están aprendiendo, así que sigue enseñándoles y guiándolos mientras exploran el mundo y crecen.
Continúa amamantando según te lo pida, entre unas 4 y 6 veces en 24 horas.
Los bebés pueden atravesar un período de crecimiento repentino alrededor de los 6 meses de edad y es posible que se alimenten más a menudo.
Ofrécele leche materna en un vaso.
Utiliza la leche materna o fórmula para preparar de 2 a 4 cucharadas de cereal infantil fortificado con hierro. Ofrécesela dos veces al día.
2-4 cucharadas de pequeños trozos de pan seco, galletas para bebés y cereales. Ofréceselas dos veces al día.
4-8 cucharadas al día.
Vegetales cocidos, en puré, machacados.
4-8 cucharadas al día.
Frutas cocidas, en puré, machacadas. Puré de manzana, puré de melocotón o banana pisada.
2-4 cucharadas al día.
Carnes, aves, huevos, pescados o legumbres sin condimentar, colados, machacados o en puré.
Se puede añadir yogur de leche entera suave.
Para diluir la mantequilla de cacahuate, utiliza cereales para bebés o yogur de leche entera.
4-8 cucharadas al día.
Cereales infantiles aprobados por WIC.
Tostadas secas, galletas saladas, pan, bagels, panecillos o panquecitos sin agregados.
Arroz y fideos cocidos.
3-4 cucharadas al día.
Vegetales cocidos en trozos del tamaño de un bocado.
3-4 cucharadas al día.
Frutas frescas, peladas y en porciones del tamaño de un bocado.
2-4 cucharadas al día.
Carnes, aves de corral, pescado o huevos finamente molidos, picados o en dados, o puré de habas cocidas.
Mantequilla de cacahuate diluida y sin grumos.
Dale los sólidos con una cuchara. Nunca pongas cereales en un biberón.
Continúa amamantando a libre demanda, al menos 4 veces en 24 horas.
Si tu bebé parece menos interesado en ser amamantado después de que empezó a comer sólidos, intenta amamantarlo antes de ofrecerle los sólidos.
Ofrécele leche materna en un vaso.
24-32 onzas al día.
Ofrécele fórmula en un vaso.
4-8 cucharadas al día.
Cereales infantiles enriquecidos con hierro.
Arroz o pasta solos.
Galletas saladas, pequeños trozos de pan o tortillas blandas.
8-12 cucharadas al día.
Vegetales cocidos, hechos puré con un tenedor.
Alrededor de las 2 a 3 semanas, las 6 semanas, los 3 meses y los 6 meses de edad, los bebés pueden atravesar un período de crecimiento repentino en el que se alimentarán con más frecuencia.
A medida que crecen, los bebés pueden retener más leche, por lo que las tomas pueden ser más espaciadas y durar menos tiempo.
Para evitar que se ahogue, sujeta siempre al bebé cuando lo alimentas. Nunca dejes el biberón apoyado contra algo para sostenerlo mientras lo alimentas.
Empieza a ofrecerle leche entera cuando tu bebé tenga un año.
Para evitar que se ahogue, sujeta siempre al bebé cuando lo alimentas. Nunca dejes el biberón apoyado contra algo para sostenerlo mientras lo alimentas.
Prueba de a un alimento nuevo a la vez. Espera 5 días antes de probar otro alimento nuevo para controlar las alergias. Las alergias alimentarias pueden incluir sibilancias, sarpullidos o diarrea.
Incorpora la mantequilla de cacahuate alrededor de los 6 meses. Unta una pequeña y fina capa de mantequilla de cacahuate o de frutos secos en una galleta. Vigila a tu bebé para ver si tiene alguna reacción durante las dos horas siguientes.
Los bebés menores de un año NO deben consumir miel ni alimentos que puedan provocar asfixia, como los frutos secos o las uvas enteras.
Antes de que le salgan los dientes, límpiale las encías con un paño suave y limpio después de cada comida, especialmente antes de acostarse.
Amamanta a tu bebé según te lo pida, al menos entre 7 y 9 veces en 24 horas.
Cuando a tu bebé le empiezan a salir los dientes, es posible que quiera alimentarse más a menudo.
25-45 onzas en 24 horas.
Tu bebé necesita entre una 4 y 6 onzas de fórmula fortificada con hierro cada 3 a 4 horas.
Es posible que tu bebé empiece a alimentarse con un horario fijo. En lugar de centrarse en cantidades fijas, deja que tu bebé te diga cuándo es suficiente.
Los recién nacidos tienen una pancita diminuta y necesitan alimentarse a menudo. Durante las primeras semanas, es posible que tengas que despertar a tu bebé para alimentarlo si duerme más de 4 horas.
Muchos bebés se ponen nerviosos durante los períodos de crecimiento repentino y quieren que los amamanten durante más tiempo y con más frecuencia. A esto se le llama “tomas muy seguidas”. Es la forma que tiene tu bebé de ayudarte a aumentar tu producción de leche para que puedas satisfacer sus necesidades. Recuerda que, cuanto más amamantas a tu bebé, más leche produce tu cuerpo.
Los períodos de crecimiento repentino pueden ocurrir en cualquier momento, y cada bebé es diferente.
Suelen ocurrir a estas edades:
2 a 3 Semanas
6 Semanas
3 Meses
6 Meses
Amamanta de 8 a 12 veces en 24 horas para ayudar a tu recién nacido a mantenerse sano.
Amamanta a libre demanda y cuando tu recién nacido muestre señales de hambre, como succionarse las manos o chasquear los labios.
En los primeros días, los recién nacidos necesitan de 2 a 3 onzas de fórmula infantil fortificada con hierro cada 3 o 4 horas.
Al final del primer mes, el recién nacido necesita unas 4 onzas cada 4 horas.
Aliméntalo a libre demanda y cuando el recién nacido muestre signos de hambre.